OPINIÓN

Los huevos de Cataluña

Joaquín Abad | Miércoles 12 de noviembre de 2014
Para hacer una tortilla hay que romper huevos. Y nuestro presidente, Mariano Rajoy, no hace tortillas. No se molesta en romper huevos. En cambio, Artur Mas y sus compañeros separatistas, están rompiendo huevos un día sí y otro también. Ya dicen abiertamente que quieren separatismo, independencia...

Lo de negociar no sirve de nada, porque siempre que los nacionalistas huelen debilidad del gobierno de Madrid, como gustan llamar al gobierno de España, se lanzan a la yugular aprovechando que la víctima apenas tiene voluntad de defenderse, de revolverse y atacar.

Artur Mas lleva mucho tiempo rompiendo huevos. Muchos huevos. Rompiendo huevos a los españoles que asisten "pasmaos" al espectáculo del norte. Porque el temor siempre fue a que los etarras llevaran al límite las reivindicaciones de separatismo vasco. Pero aquello parece que acabó con Ibarretxe y de donde menos se esperaba, de Cataluña, resulta que nos ha salido rana.

Ante la última de los inquilinos del palacio de la Plaza de San Jaime, desobedeciendo al Tribunal Constitucional y desafiando abiertamente a las autoridades, con publicidad, nuestro presidente, Mariano Rajoy, optó, como él ha manifestado, con mesura, con mantequilla. Ya lo vemos, y lo seguiremos viendo. Seguirá encajando las patadas de Artur Mas rompiendo huevos en todas nuestras instituciones sin que salten chispas. Sin que se tomen las medidas correspondientes por irresponsable, por desobediencia, por desacato a los tribunales.

A los mortales normales, a los que no somos separatistas catalanes, los tribunales nos condenan por desacato. Como a un servidor cuando ejerciendo como periodista, director de un diario de provincias, y le soltó una fresca al tribunal que pedía explicaciones por lo publicado. Pero ya sabemos. Hay ciudadanos de tercera, a los que se les condena sin contemplaciones. Hay ciudadanos de segunda, como La Pantoja, a la que retrasan a conveniencia su ingreso en la cárcel. Y hay ciudadanos de primera, como los políticos. Los jueces se lo piensan muy mucho cuando se topan con un sumario donde hay políticos implicados. Por eso se comprende que este país sea tan corrupto. Se lo permiten. Como se lo vienen permitiendo a los separatistas catalanes.

Como se lo seguirán permitiendo.