Joaquín Abad | Jueves 16 de abril de 2015
El paseillo del exministro de Aznar Rodrigo Rato, detenido la noche del jueves por petición del fiscal, acusado de los delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, le dan la puntilla al Partido Popular.
Porque llueve sobre mojado después del caso Bárcenas y otros altos cargos populares detenidos, encarcelados, investigados... Pero Rodrigo no es un cualquiera dentro de partido que militó hasta que fue apartado tras el caso Bankia y las tarjetas Black. Llegó nada más y nada menos que a director gerente del Fondo Monetario Internacional dimitiendo, con explicaciones poco convincentes en el verano del 2007. Desde sus comienzos como diputado por la provincia de Cádiz, en las elecciones de 1982, pasó por un rosario de importantes cargos con Aznar, llegando a ser el vicepresidente primero del gobierno.
Parecía estos días que nos encontrábamos en un impasse de escándalos políticos ya que andamos en periodos electorales varios. Pero menudo añito de ídolos de barro. Porque tenemos a todo un Pujol confesando ser un defraudador, toda la vida, un Jaume Matas, expresidente de Baleares, encarcelado, al expresidente de los empresarios, encarcelado... Y todo un lodazal de robos del dinero público en Andalucía, con funcionarios, sindicalistas, políticos, empresarios implicados. Centenares de implicados.
Quizá, o no quizá, estamos asistiendo al fin del bipartidismo ya que ambos partidos, pepé y pesoe, no paran de perder apoyos tras conocerse los cientos de casos o conductas impropias. Parece que la lista de los más de setecientos personajes importantes acogidos a la amnistía fiscal de Montoro nos va a dar muchos telediarios.
Como siga el goteo de paseillos y pena del telediario a políticos de postín los de Podemos, los de Ciudadanos, los nuevos partidos sin pasado y lleno de jóvenes que hablan claro, se van a llevar los votos de millones de desencantados con la casta. Así que ojo al dato. El pepé puede seguir bajando y como sigan así las cosas Rajoy se verá desplazado a un segundo/tercer lugar.
Como decía ayer, los políticos están de infarto porque son miles los que dejarán de pisar moqueta, y de vivir del cuento. Sí, del cuento de la política.