Joaquín Abad | Jueves 09 de julio de 2015
El gobierno de Grecia acaba de congelar unos ciento cincuenta mil millones de euros depositados en los bancos por empresas y ciudadanos griegos. La que se va a liar es morrocotuda. No se si como en aquella Argentina presidida por Fernando de la Rua que, un día de diciembre del 2001 hizo pobres a millones de ciudadanos de clase media que, hasta esa fecha, vivían como reyes ya que diez años antes otro presidente iluminado, Carlos Ménem, dolarizó el Austral. El conflicto duró varios años donde era habitual ver a señores con corbata buscar alimento en contenedores...
Lo que no todos conocen es que la víspera del inicio del corralito, salieron cientos de vehículos blindados cargados de miles de millones de dólares de personajes ricos y políticos a los que se les filtró la medida para que pusieran a buen recaudo sus fortunas.
Desconozco, aunque imagino que también, los ricos de Grecia, los políticos informados, hace semanas que se llevaron sus euros a un lugar seguro. Porque desde hacía meses que comerciales de entidades bancarias especializadas ya visitaban a posibles clientes ofreciéndoles salidas y opacidad para sus capitales fuera de Grecia. La consecuencia es que esto empobrece aún más a una clase media griega, que no a sus dirigentes, que no a los ricos. Entre otras cosas, porque los armadores siempre tuvieron sus fortunas en paraísos fiscales, como los ricos de todo el mundo, claro.
Aquello se llevó por delante al gobierno de la Rua, y hasta que llegó Ernesto Kirchner, que pareció enderezar la situación, todo fue un caos. Como seguro ocurrirá, ya ha empezado, en esta Grecia que entró en el Euro haciendo trampas y gastando dinero prestado como si no hubiera que devolverlo jamás.