Basura como negocio

Ha tenido que ser precisamente Enrique Múgica, uno de los primeros compañeros de cama de Isidoro, de Felipe González, quien haya clamado contra la llamada telebasura.

Sí, una basura de televisión que entra gratis en todos los hogares y que está enriqueciendo a los dueños del actual diario ABC, dueños también de la basura que se emite desde Tele5. Una basura de programas que ven nuestros hijos y que no les vale hacer zapping para liberarse de los marujeos ordinarios, de la presencia de los dinios y demás personajes que vergonzosamente son los protagonistas de la sociedad en absolutamente todos los programas y emisoras.

El problema, señor Múgica, es que desde que Solchaga y sus compañeros de partido levantaron la barrera del enriquecimiento fácil en este país, los primeros que se han situado han sido precisamente los propietarios de medios de comunicación, que se han convertido en propietarios de empresas cuya única finalidad era ganar más y más y a cualquier precio. Si la sociedad, el pueblo, se hacía más inculto, más bobo, menos intelectual, mejor que mejor… Se crea la discriminación que siempre han buscado los más ricos. Exclusividad o privilegio para acceder a la cultura…

Ahora, para no caer en la idiotización o apagas la tele o te abonas al Canal Digital del señor Polanco.

Bueno. Esto es lo que hemos votado. Habrá que soportarlo. ¿Verdad?