08/10/2004
Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Fraga inventó el partido de la derecha, la antigua Alianza Popular, luego PP, y don Manuel Fraga, brillante ex ministro de Información y Turismo con la España del desarrollo, acabará.
Cuenta para ello con su testarudez, su imprudencia, y su protegido Ruíz Gallardón, actual alcalde de la Villa de Madrid y principal conspirador dentro del partido de la calle Génova.
Porque las imprudencias que se les consiente a ambos son una mina de deterioro de un partido que perdió unas elecciones generales por la manipulación informativa de un atentado que nos dejó a todos con la boca abierta.
Porque las imprudencias, las salidas de tono, los aires de grandeza y su complejo de hijo de la derecha de Alberto Ruiz Gallardón, se consienten, o se tragan, en la calle Génova porque es una imposición de don Manuel...
Porque don Manuel ha abrazado a Fidel Castro mientras se comía a los presos políticos revueltos con los comunes, y Aznar daba muestras de distancia del dictador amigo de Felipe González, de ese personaje llamado Chávez, que tiene en vilo a Venezuela…
Don Manuel ha apoyado a políticos condenados por abusos sexuales hasta que no tuvo más remedio que atender a razones superiores, pero el mal ya estaba hecho.
Ahora se empeña en presentarse de nuevo a las elecciones… Quiere morir como Franco, con las botas puestas, y en la calle Génova nadie tiene autoridad suficiente para convencerlo de que ya es hora de que descanse de su ajetreada vida política…
Y es que los de la calle Génova no saben como digerir las salidas de tono del actual alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, que estaría más a gusto en el gobierno de Zapatero que a las órdenes de Aznar, aunque éste siempre le apoyó por indicación de Fraga. Ahora sale y claramente se enfrenta a Esperanza Aguirre, con todo el cinismo que le caracteriza y un morro que se lo pisa.
Veremos si el Partido Popular aguanta a este repelente niño Vicente y sus delirios de grandeza.
Veremos qué factura pasa el electorado. ¿Vale?