OPINIÓN

La revancha de Gallardón

15/10/2005

Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Quienes conocen al inquilino de la Puerta del Sol, nuestro flamante alcalde, dentro de poco inquilino del palacio de Correos en la Plaza de la Cibeles –la Puerta del Sol no le parece demasiado vistosa para ser su sede-, saben que tiene mal perder.

Que su soberbia, su rencor y sus complejos no le pueden hacer digerir que la presidenta de la Comunidad, puesto que él ocupó hasta que Aznar le obligó a concurrir a las municipales, Esperanza Aguirre, le gane por k.o. técnico ante la directiva regional.

Porque este Alberto, que pasa de las reuniones y juega con su Palm mientras se debaten asuntos más o menos importantes, ya tiene decidido, y si no al tiempo, que su meta no es presidir un partido donde se le cuestionan sus maneras, sus desviaciones, sus vicios…

Don Alberto quiere llegar a la Moncloa y como ya ha digerido, muy mal por cierto, su derrota en el Partido Popular pues será, muy posiblemente, quien nos vuelva a sorprender con la creación de un nuevo partido político, de centro, claro, con vocación de ser la bisagra que le dé el poder al pesoe o al pepé, según le convenga más. Porque el chico de la Plam ya tiene quien le financie los miles de millones que cuesta poner en marcha un nuevo partido político. Tiene la bendición de un importante grupo editorial que vería con agrado la escisión del propio Partido Popular para que jamás vuelva a gobernar como lo hizo Aznar. Y en eso está muy de acuerdo con don Alberto. O él es el candidato del pepé o la guerra.

Ya lo verán, lectores.