OPINIÓN

Maniobras de distracción

03/12/2004

Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Ganar unas generales gracias a ciento noventa y dos muertes es demasiado. Y eso siempre es una losa que pesa. Que acompleja. Y cuando a estos chicos algo les acompleja pues encienden el ventilador.

El ventilador del odio. El ventilador de la injuria. De la calumnia. El ventilador de la venganza…

De otra manera no hay forma de entender la actual crispación política que se vive en el Parlamento, en la vida pública, donde un día si y otro también nos desayunamos con noticias más o menos sorprendentes, con declaraciones más o menos desafortunadas, con actitudes y decisiones más o menos increíbles.

Parece como que estos chicos tienen prisa porque se les acaba el tiempo. Desconozco si volverán a ganarlas en las próximas, no soy adivino, pero los ciento noventa y dos muertos por donde escalaron ya estarán más alejados y en este tiempo a lo mejor se ha aclarado algo la trama alhauita, la implicación de los servicios secretos marroquíes del atentado para quitar al gobierno del pepe y poner a su amigo Zapatero. ¿O no? La venganza del rey moro gracias a ciento noventa y dos muertos y más de mil heridos. Aznar tenía que pagar Perejil. Y lo pagó.

El problema es que como en el asesinato de Kennedy, en Estados Unidos, demasiada gente estaba implicada por lo que nunca se sabrá la verdad. Pero como en el 11-M, la verdad no se sabrá jamás, pero se sospecha… Y es muy sospechoso que los máximos beneficiados de golpe, los socialistas, sean los menos interesados en que se investigue, en que se aclare. Y todo lo demás son cortinas de humo.

Mientras el lenguaraz e incontenible ministro Moratinos lanza la especie de Aznar golpista, el respetable, el público, distrae su atención y empieza a pegar el oído a la última, dejando en un segundo plano lo que se va sabiendo del 11-M.

Habrá más. La estrategia del ventilador, de lanzar insidias, mentiras, bravuconadas y demás para tapar los ciento noventa y dos muertos que le dieron la victoria al sonriente ZP. Ya lo verán. Habrá más. ¿Vale?