16/01/2008
Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Parece que fue ayer, pero también Felipe González, en las últimas elecciones generales que ganó, dio la sorpresa de fichar a una estrella de número dos.
En aquella ocasión el súper juez Baltasar Garzón, que siempre estuvo muy próximo al pesoe, pasó de un día para otro de la Audiencia Nacional a la campaña electoral junto a González. Mano a mano fueron dando mítines presentándose como el juez que acabaría con la corrupción en España. Aquello ya sabemos cómo acabó, y la venganza de Garzón sacando del cajón el Caso Gal.
Parece que el fichaje del número dos del pepe, Manuel Pizarro, con un bagaje profesional envidiable y el haberle ganado al gobierno de Zapatero el intento de vender Endesa a Gas Natural a precio de ganga, ha cabreado hasta a Gallardón. Un Gallardón que pretendía acompañar a Rajoy para sustituirle en un futuro, y que se ha encontrado con la firme oposición de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Parece, parecía, que este Rajoy dejaba que las crisis por el liderazgo en su partido se resolvieran dejándolas pudrirse, y ha resultado que en menos de cuarenta y ocho horas ha dado la vuelta al partido, nunca sabremos si dando un puñetazo en la mesa o con la frialdad del gallego que todo lo tiene pensado y sólo espera que el tiempo lo permita. ¿De verdad alguien se creía que los socialistas votarían a Gallardón?