13/08/2012
Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Y es que ahora nos enteramos que Pascual Sala, nuestro presidente de ese Tribunal Constitucional que no sirve nada más que para que los poderosos gocen de otra instancia donde les puedan librar de las sentencias del Supremo,
También hace viajes internacionales, Bucarest (Rumanía), Bogotá (Colombia), San Juan (Puerto Rico), Moscú y San Petersburgo (Rusia), Karlsruhe (Alemania) y París (Francia), con cargo a nuestros impuestos. Las cifras de gastos en viajes, y representación, los millones que se gastan, ya son mareantes.
Porque tenemos a casi seis millones de parados mientras unos pocos se gastan y se gastan, millones y millones, en viajes que no son necesarios, en escoltas que no necesitan, en coches con chófer pagados por el Estado, que somos todos.
Y es que gracias a la crisis, o a la desgraciada crisis, nos estamos enterando de mil privilegios millonarios de los que alguien ha puesto a dedo, por eso de la política. Con derecho a gastos millonarios que ahora da vergüenza recordar. Parece que si se tira de la manta, no solo Dívar abusaba... Toda una suerte de cargos resultado de las colocaciones políticas vienen gastando millones y millones innecesarios mientras otros millones lo pasan muy mal.
Es una vergüenza. Esto no puede consentirse ni un minuto más.