Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014
Se está iniciando una práctica que, como cunda el ejemplo, saldremos en todos los telediarios de los países desarrollados como una España cuyos habitantes asaltan supermercados para alimentarse.
Como conocí a Sánchez Gordillo, que no es ningún patán ignorante sino un universitario líder del sindicato de obreros del campo andaluz, me intuyo la que se va a organizar en Andalucía, donde el gobierno de Griñán se está sostenido, precisamente, por el partido de Sánchez Gordillo.
Porque es una vergüenza que mientras los consejeros y miles de políticos de la Junta, directivos colocados a dedo en sus empresas públicas, cobran un dineral y gastan a espuertas en coches de lujo, en parafernalia y boato, en miles de comidas y viajes..., cientos de miles de compatriotas estén pasando hambre porque durante ocho años aquí se ha gastado, dilapidado, robado, y pedido prestado para mantener ese estado de bienestar que pagaban otros.
Sánchez Gordillo sabe que su actuación es ilegal, pero creo que ningún juez se va a atrever a meterlos en la cárcel por robar comida y dársela a los hambrientos.
O los políticos se bajan del coche oficial con chófer o lo próximo será que sean asaltados.
La mecha ya está prendida en Andalucía. El ejemplo puede extenderse como la pólvora y entonces ya veremos.