OPINIÓN

La inviolabilidad real

Joaquín Abad | Martes 10 de junio de 2014

Parece que el tema de la inviolabilidad de Juan Carlos ha sido uno de los espinosos temas que ha retrasado y retrasado, su relevo generacional. Debe tener muchos cadáveres escondidos en el armario cuando esa ha sido su gran preocupación.



Que una vez firmada la abdicación, no le salieran cientos de pleitos por supuestos hijos ilegítimos que a lo largo de más de 40 años ha podido engendrar. Algunos lo intentaron en tribunales internacionales y se toparon con nuestra constitución, que no sólo lo protege, sino que lo ampara. En cualquier caso, la retroactividad jurídica no tiene caso, por lo que el Borbón estará tranquilo sin ni siquiera explicar, como prometió el pasado año, como es que tenía varios millones en una cuenta suiza, herencia paterna según publicó el diario El Mundo, cuando nos acostumbraba a darnos noticias de esas que a alguien no le interesaba. Lo cierto es que con internet, con facebook, con youtube, no es fácil mantenerse a salvo de sus escarceos amorosos y económicos, como cuando el papel dominaba la información, y los directores aceptaban ese pacto tácito para no tocar temas vidriosos de la monarquía. A lo sumo, los más atrevidos, se referían a lo que publicaban en revistas italianas, por ejemplo, de Juan Carlos en bolas con alguna señora, no su esposa, claro, y lo reproducían... En cualquier caso, para estar integrados totalmente en el proyecto europeo, para que España forme parte del Código Penal Europeo, no puede existir ningún ciudadano que no sea igual ante la ley, como es el caso de nuestro país. Habrá que reformar la constitución para definir un aforamiento, no tan atrevido e injusto, para el Rey. Lo de que sea totalmente irresponsable, haga lo que haga, no es de recibo en pleno siglo XXI. Son reminiscencias de regímenes absolutistas acostumbrados a dar cuenta de sus actos sólo ante Dios. En el hipotético caso de que hubiera pruebas de que Juan Carlos hubiera sido el inspirador del golpe del 23-F, pues en ningún juzgado podrán iniciarse acciones. Ni por ese ni por ningún otro motivo... una vergonzosa excepción que nos retrata a los españoles como lo que realmente somos. Dicen que esas prisas, esa improvisación por dejar atada la sucesión, puede deberse a que se sospecha de que va a saltar un nuevo escándalo que afectaría a la monarquía. No me extraña. ¿Verdad que no?