OPINIÓN

Sergio Cabrera se molesta en escribir una respuesta

Miércoles 11 de junio de 2014

Algunos se lo toman muy a pecho, como si su aclaración solucionara algún dilema importante. Me parece correcta su opinión y tras la misma realizaré alguna aclaración.



Que falta de profesionales debe haber en los periódicos de Almería para que permitan que un “periodista” como usted publique un artículo que por más que leo y releo no encuentro ni sentido ni razón. Sr. Abad, le voy a sacar de su atrevida ignorancia con la delicadeza que se merece su posible deficiencia cognitiva. He investigado su pasado profesional y me he quedado sorprendido al ver que su máximo logro ha sido dirigir a finales del pasado siglo el panfleto sensacionalista “EL CASO”, y ahora la página web “elcaso.net”, en la que al día de hoy en portada nos ilustra con las siguientes impactantes noticas: Una reportera pasada por agua, un asesino de 9 meses, vive con hipo durante 11 años o el metano de unas vacas hacen explotar un establo.( Cinco años de periodismo para esto, que penita). Por cierto recuerdo que mi abuela compraba El Caso y sin leerlo, lo utilizaba directamente para las cagadas de los pájaros. Que sabia era mi abuela, y eso que no sabía leer. Seguro que coincidía en su etapa de dirección. Como se que estará ocupado preparándose para recibir el próximo premio Pulitzer, no le voy a molestar más, solo dejarle claro algunas cosas: El clima de Almería no es muy diferente que el Canario, por lo que probablemente las estupideces que escribe sea por que se le ha licuado algún el lóbulo de su menguado cerebro, sin darse cuenta que insultar a los Canarios es insultar a nuestros hermanos andaluces, con los que compartimos en sentido de la vida. Mi padre y mi madre tenían buenos trabajos, y en coche de mi padre fue un SEAT 1430 y luego un PEUGEOT 604. No sé de dónde se saca usted lo de los coches de lujo regalados. En Canarias, el Miami, y en Japón, mandan los que tiene dinero. Lamento comentárselo porque puede que usted crea que ha realizado el descubrimiento del grial de la economía de mercados, si es asi, le animo a que se postule al Nobel del ramo. Puede que tengamos la gasolina un poco más barata. Ha fecha de hoy un litro de gasolina 98 en una gasolinera de Repsol en Almeria cuesta 1,564, y en Las Palmas, también en Repsol, 1,209. Yo como Canario, con mis impuestos le pago a usted los trenes de alta velocidad. Esos que sin duda usted utiliza en los viajes que realiza a las redacciones del El Mundo, el El Pais, ABC, y Los Angeles Tribune cuando les entrega sus editoriales y artículos de sesudo análisis, así que una cosa por la otra. Y en cuanto al tema del petróleo, como todos sabemos de su incapacidad para entender cuestiones complicadas, selo voy a explicar despacito: El petróleo, si es que existe, se lo queda todito Repsol. España no ve un euro de ese dinero, y menos Canarias, que por supuesto no tendrá más puestos de trabajo salvo alguna reparación en puerto que ya absorberá la maltrecha economía local, ya que los operarios de las plataformas son muy especializados y se mueven por todo el mundo, y dado que el refinado se hará en la península. Así que no creo que merezca la pena los posibles riesgos, ya que no soy un ministro que terminaré en el consejo de administración de Repsol.

Le envío con todo cariño la foto adjunta desde Canarias, y en cuanto a las instrucciones de uso, creo que con su gran "imaginación", se puede hacer una idea de las alternativas posibles de uso, rogándole encarecidamente que excluya la oral.

Un saludo.

Estimado Sergio: En el año ochenta y site era director de un diario en Almería, La Crónica, y fui contratado en Madrid como director del semanario de sucesos El Caso. Es posible que su abuela se gastara las 50 pesetas de la época para utilizarlo en la jaula de los pájaros sin haberlo leído. Lo dudo. A lo mejor los más de cien mil ejemplares que vendía se utilizaban para otra cosa, que no para leer. 

No vivo en Almería, desde hace muchísimos años. Viajo con frecuencia a Canarias y si lee el actual periódico el Caso, en tabletas, en internet, verá que se edita en Miami y va dirigido al lector americano.