OPINIÓN

Kicillof enseña la patita

Joaquín Abad | Miércoles 06 de agosto de 2014
Se veía venir. Que en Argentina están acostumbrados a que los jueces obedezcan ciegamente las indicaciones del gobierno está cada vez más claro. Allí no hay Montesquieu. En Argentina no hay tres poderes, sino uno solo y absoluto.

El partido que gana las elecciones, y los Kirchner llevan casi dieciséis, controla el ejecutivo, el legislativo y, como no, el judicial.

Lo que no se entiende es que su ministro de economía, el joven cachorro amante de Cristina, Alex Kisillof, sea tan ignorante que pretenda que Obama, el presidente estadounidense, corrija al juez de Nueva York Thomas Griesa, porque tiene embargados quinientos millones de dólares que debían llegar a los tenedores de deuda reestructurada. Y además exige que el país andino pague mil quinientos millones a los tenedores de bonos que no se plegaron a la rebaja que impuso el gobierno argentino en los años 2001 y 2005. Pretende que el gobierno de Estados Unidos enmiende la decisión de un juez. Vamos, como están acostumbrados en Argentina, donde Cristina Fernández de Kirchner llama a cualquier juez a la Casa Rosada y le monta una bronca porque no sigue sus indicaciones.

Pues no, ministro argentino de economía. En Estados Unidos, y en un montón de países donde la democracia es algo más real, los gobernadores no pueden llamar a capítulo a los jueces porque sus sentencias, sus decisiones no sean del agrado, o no sean convenientes a la política del país. Es más, en Chile, su vecino país, a la presidenta Michelle Bachelet tampoco se le ocurriría corregir a un juez. Eso, en Bolivia, en Venezuela, en Cuba, y en Argentina. Pero no en Estados Unidos.

Parece que en la universidad donde estudió Alex Kisillof no dan clases de política internacional donde explican que la división de poderes es la garantía de no interferencia de la sociedad moderna. Pues lo tienen crudo, Cristina y su ministro. Obama no va a mover un dedo para que Argentina salga del deflaut declarado tras incumplir su compromiso de pago a los tenedores de bonos.