OPINIÓN

El aviso de Marruecos

Joaquín Abad | Jueves 14 de agosto de 2014
Parece que no conociéramos como funciona nuestro vecino Marruecos. El padre del actual dictador, también dictador, Hassán II, siempre nos sorprendía cuando más débil era la situación en España para darnos un nuevo bocado.

El último gran bocado, para ridículo internacional, mientras Franco agonizaba, fue la famosa Marcha Verde y la anexión pacífica del antiguo Sáhara español. Nuestras tropas recibieron órdenes políticas de que se abandonara el territorio y dejáramos a su suerte a los saharahuis que incluso tenían DNI español. Algunos políticos españoles cobraron una suculenta comisión por parte de Marruecos tras aquella operación.

Y es que Marruecos no da puntada sin hilo. Si hace unos días envió mensajes a las mafias de las pateras de que tenían 48 horas de vista gorda tenía un motivo. El motivo es que nuestro gobierno había autorizado durante dos años a Repsol, vía BOE, las prospecciones petrolíferas en aguas de las Islas Canarias. Y Marruecos siempre se ha opuesto a que España busque petróleo en aguas que considera de su jurisdicción. Es más, Marruecos ya ha concedido permiso para que otras petroleras, Exxon y Total, hagan prospecciones, por lo que la celeridad de Repsol le ha molestado y ha dado vía libre a la salida de pateras de sus costas. Luego ha reconocido, como lo ha hecho, que ha faltado vigilancia en sus costas, pero el daño ya estaba hecho.

Entiendo que Mariano Rajoy ha querido mantener una postura en beneficio de los intereses de España y no se ha dejado influir ni por las protestas de Marruecos ni por las protestas de los canarios, que coinciden con las del vecino país y que se sospecha que están relacionadas. Nada es casual, y menos en política económica. Son muchos millones los que se juega Marruecos y si los isleños canarios cooperan, pues mejor que mejor.

De todas formas es peligroso humillar al vecino. Mohamed VI tiene un servicio secreto capaz de organizar otro San Valentín en nuestro territorio. Porque Aznar pagó muy caro recuperar Perejil y las Chafarinas en el 2002. La venganza, dos años mas tarde, llegó en forma de atentados masivos a trenes de cercanías con el resultado de todos conocido y la pérdida de las elecciones del Partido Popular. Los marroquíes, en general, son muy vengativos y rencorosos. Y no tienen escrúpulos. Lo de las pateras sólo es un aviso. Ya lo verán.