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El antiyankee

05/11/2004

Por Joaquín Abad
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martes 10 de junio de 2014, 12:58h
Hay quien sostiene que al igual que Alfonso Guerra se quemó en el gobierno de Felipe González por ignorar a su “hemano” Juan, instalado en la Delegación de Gobierno de Sevilla con el consentimiento del entonces delegado Tomás Azorín, aquel que le filtró a los periodistas lo de “los socialistas vamos a meter a Jordi Pujol en la cárcel”… ahora quien está quemado, políticamente, claro, es nada menos que el propio ZP.
Y se ha quemado pronto. Muy pronto. Demasiado. Sus prisas por distanciarse de las amistades de Aznar. Su enfrentamiento con la Iglesia española. Su distanciamiento con el Frente Polisario y sus coqueteos con el rey moro comisionista de las mafias que trafican con pateras y hachís. Sus prisas por sacar a las tropas del avispero iraquí. Sus manifestaciones y actitudes ante los norteamericanos, permaneciendo sentado al paso de la bandera USA, no invitando a los aliados al desfile de la discordia, su manifiesto apoyo al candidato Kerry… Vamos que se ha quemado quizá por sincero. Y todo por no imitar al zorro de su maestro FG, que se llevaba bien con Fidel y con Bush padre…

Y si el referéndum constitucional para la homologación a Europa nos obliga a disolver las Cortes, ya se está barajando la posibilidad de que ZP no repita los resultados del 14-M. Si pierde, que no es imposible, tendrán que crear otro personaje para liderar el partido de la calle Ferraz. Aunque, a lo mejor, sólo tienen que lanzar al ruedo al cántabro. Porque Pérez Rubalcaba parece el más preparado para lidiar con cabeza de Estado, sin caer en las debilidades de expresarse como un colegial que llega a la Universidad y tiene que huir de los grises…

ZP está muy quemado. Y si no, que se lo pregunten a Bush… ¿Vale?
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