Miércoles 15 de octubre de 2014
OPINIÓN
Me da en la nariz que las alcantarillas del Estado, los servicios secretos, han hecho su trabajo y han pillado a Artur Mas. Era fácil porque fue Consejero de Economía con Jordi Pujol desde el año 1997 al 2001, y luego consejero primero, durante dos años, también con ese honorable presidente cuyo partido cobraba un tres, cuatro o cinco por ciento de comisión a las empresas que hacían negocio con la Generalidad.