Viernes 07 de noviembre de 2014
OPINIÓN
Los diez mil euros que ha pagado el Senado para que Juan Antonio Monago visite a su novia en Canarias si es el chocolate del loro. Pero el problema es que no sólo el presidente de Extremadura utiliza el gratis total que concede el Estado a sus parlamentarios para que viajen a donde sea, gasten lo que sea y no tengan necesidad de justificar. Son miles los chocolates que se meriendan los miles de loros de todos los parlamentos y demás cargos a costa del contribuyente.