Viernes 05 de diciembre de 2014
OPINIÓN
Ahora nuestro nuevo y joven Rey, Felipe VI, ha optado por ordenar que la casa no reciba regalos costosos. Porque lo que durante tantos años era una costumbre, o una obligación para grandes empresarios y jeques, ahora no sólo estará mal visto, sino que no serán recibidos. Porque Juan Carlos hasta tuvo la poca vergüenza de aceptar que los empresarios mallorquíes le regalaran el famoso yate Fortuna.