La Iglesia justifica el ático de lujo de Rouco Varela
miércoles 15 de abril de 2015, 09:41h
La falta de sensibilidad del portavoz de la Conferencia Episcopal justificando el ático de Rouco Varela no es de recibo. Parece que la cúpula de la Iglesia española no entiende que la ciudadanía está algo molesta, cuando no hasta el gorro, del mal ejemplo de sus príncipes, con lujos y boato nada acordes con lo que predican, que es humildad y pobreza.
Porque durante siglos han tapado los numerosísimos casos de pedastria, de embarazos a feligreses, de actitudes dictatoriales y lujos frente a la miseria de millones de españoles que no llegan a fin de mes. La historia de la Iglesia, como los episodios de la Santa Inquisición, mejor olvidarla. Parece que con el nuevo Papa, el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, estos abusos se habían acabado.
Si, quizá en Roma, en El Vaticano, donde podemos comparar el dormitorio del Papa Francisco con el que la Conferencia Episcopal ha preparado a su príncipe Antonio María Rouco, las costumbres están cambiando. Pero no aquí, en España, donde José María Gil Tamayo, portavoz de la Iglesia en este país, defiende que el cardenal jubilado, o cesado por Roma, ocupe un lujoso ático de cuatrocientos metros cuadrados, valorado en casi dos millones de euros y donde la Conferencia Episcopal ha gastado otro medio millón para hacer reformas innecesarias...
La hipocresía de esta iglesia ha provocado todo un aluvión de críticas también en el mundo cristiano. Y ya son muchos los que dicen que no van ha tildar la casilla de la Iglesia en la próxima declaración de la renta. No para que luego se destinen millones en reformas innecesarias, en lujos para sus príncipes, cuando tenemos toda una población acudiendo a los comedores de beneficiencia para poder alimentarse...
El problema es que la Iglesia española es muy opaca y si ahora se descubre lo del ático de su príncipe, cuantos otros excesos se comenten. Qué lujos innecesarios no conocemos en toda la geografía española. Aunque me temo que esto es el principio y una vez se levanta la punta de la alfombra conoceremos otros malos ejemplos. Ejemplos que quizá desde El Vaticano se intenten eliminar, pero con la actual cúpula de la Conferencia Episcopal se estrellan. Ya se han estrellado...