Lo que pasa en Grecia, como lo que pasa en Italia y como lo que pasa en España, es que tenemos una generación de políticos que se ha acostumbrado a un nivel de riqueza y no están dispuestos a dar ejemplo en el sacrificio que piden a sus súbditos.

Y claro, la población griega, la gente de la calle, la que no ha robado, la que no ha engañado, la que lo ha pasado mal estos años para llegar a fin de mes mientras observaba a los padres de la patria dilapidar y dilapidar, parece que se están plantando. Y ya sabemos que en ese país el ejército tiene líderes y mandos que observan muy de cerca a unos políticos que no cumplen y que no trabajan para el país, sino para ellos.

Papandreu ha hecho dos cosas cuando ha visto que la crisis le desborda por mucho que las autoridades europeas quieran ayudarle. Ha anunciado la celebración de un referéndum y, muy importante, ha cesado a toda la cúpula militar.

El ruido de sables parece evidente frente a toda una legión de políticos y empresarios muy corruptos en el país helénico.