La vergüenza de Argentina
24/10/2012
martes 10 de junio de 2014, 12:58h
Los argentinos no atinan con sus gobernantes. Una gran nación, rica en recursos naturales que debía ser la envidia de todo país civilizado, cada pocos años sufre los desatinos de sus sucesivos gobiernos.
Entre corralitos y corrupción andan sumidos desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. Ahora, bajo la presidencia de una Cristina cuyos modales y maneras nos remontan al sigo XII, están viviendo como un país africano les embarga e inmoviliza su buque escuela Libertad. Hoy, su tripulación militar, con el rabo entre las piernas, ha tenido que abandonar el buque, y regresar a Argentina en un avión de Air France.
Es una pena, pero la Argentina que preside esa Cristina se está convirtiendo en el chascarrillo internacional. Un día expropia una petrolera, otro insulta a los alumnos en la Universidad Americana de Harvard, y hoy dice que se pueden quedar con la fragata Libertad a las autoridades judiciales de Ghana.
Lo inimaginable, lo ridículo, sólo le pasa a esta Cristina que nadie se explica como es reelegida cono presidenta de la nación.
¿Se imaginan ustedes que a cualquier país una autoridad judicial le embargue un buque de guerra mientras fondea en su puerto? Pues eso es, sencillamente, a lo que está llegando esta Argentina con sus sucesivos gobiernos caudillistas e iluminados, cuando no con una loca que desatina una y otra vez sin que los carolazos la secuestren en la Casa Rosada hasta que dimita.