Los desahucios
10/11/2012
martes 10 de junio de 2014, 12:58h
El último suicidio a cuenta de que entrara la comisión judicial en su vivienda para dar cumplimento al consabido desahucio, esta vez ordenado por La Caixa, que con el cuerpo de la antigua concejala socialista en la acera, desangrado después de haberse arrojado desde el cuarto piso,
Puesto en venta en la web de la entidad, nos muestra la verdadera y cruel cara de bancos, de las cajas, que en su día eran obra social. Ahora, después de que los políticos las asaltaran para repartirse puestos, salarios, coches oficiales, etc, las han convertido en verdugos de una crisis que ellos han provocado. Porque si muchos ciudadanos se quedan sin sus viviendas es por muchos motivos. Entre otros porque las entidades daban unas falsas facilidades empaquetando las llamadas subprime y luego subastándolas a inversionistas de medio mundo. Y porque los políticos colocados en puestos del consejo de administración se dedicaron a dar créditos dudosos a sus amigos los constructores que a cambio les regalaban áticos y demás minucias.
Parece que nuestros políticos, como siempre, llegan tarde para poner coto al drama que lleva a cientos de miles de familias a verse con sus enseres en la calle. Y con el agravante de que quien pone en la calle a la familia es una entidad de crédito que se sostiene porque se le ayuda con los impuestos de todos los españoles. Entidad de crédito que ha malgastado, ha abusado, y ahora subsiste porque el Gobierno no quiere dejar caer entidades crediticias y les inyecta miles de millones un día si y otro también.
Decían los tertulianos a cuenta de este incidente que las entidades de crédito no desahucian a los partidos políticos a pesar de que nunca pagan sus deudas. Ahí tenemos los varios millones que precisamente la Caixa, la que desahuciaba a la exconcejal de Barakaldo, perdonaba al psoe de Barcelona. ¿Lo recuerdan?
Y es que los partidos políticos, y sindicatos, claro, están acostumbrados a pedir prestamos a las entidades bancarias que luego nunca devuelven. Y son cientos de millones que esas entidades se quedan sin cobrar, sin que la comisión judicial se presente en la sede del partido para su desalojo.
Los políticos, nuestros políticos, ahora tienen que legislar para evitar la sangría que representa en la actual situación económica que las entidades bancarias lleven adelante los cientos de miles de desahucios de viviendas a quienes han perdido su empleo. Pero no tienen fuerza moral porque debieron haber actuado hace años y por presiones de esas entidades bancarias miraron para otro lado. Miraron porque deben mucho a esas entidades bancarias. Muchísimos millones, oiga.