Ya era extraña la campaña contra un proyecto que podría reducir un catorce por ciento nuestra dependencia de crudo de los países árabes. Un ahorro para la economía española, y puestos de trabajo para Canarias, por más que argumenten que los especialistas vendrían de la península.

El dictador rey de Marruecos ya ha concedido a las empresas Genel Energy y Cairn Energy, interesándose las Exxon y Total, la prospección en lo que dice sus aguas territoriales, junto a Repsol, claro. Porque el vecino dictador considera como suyas aguas españolas, y ya ha encargado la compra de patrulleras, barcos de guerra e incluso un submarino para defender sus pretensiones. De hecho Marruecos ya se opuso formalmente a que España realizara prospecciones en dichas aguas, donde está demostrado que existen abundantes bolsas petrolíferas muy fáciles de extraer con la actual tecnología. Incluso Mohamed VI parece que se lo pidió al entonces Rey de España, Juan Carlos, para que frenara la pretensión española, a cambio, claro, de la consabida comisión. Porque, por si no lo saben, nuestro ex-rey no hacía nada gratis.
Lo que no saben los manifestantes, que se mueven como corderitos al grito de "prospecciones no", es que algunos caciques canarios tienen vínculos empresariales con el país africano y posiblemente esté movilizando una protesta pagada con dirhams, que no con euros españoles, claro. Se trata, ni mas ni menos, que la presión ciudadana despeje el camino al país africano.
Y es que la ingenuidad de la masa no tiene limites. Algunos, por supuesto que sólo algunos canarios, además de gandules son bobos. Porque hay que ser bobo para no dase cuenta de la jugada marroquí.