Porque mientras Eduardo Madina y Pedro Sánchez han respondido con excesiva cautela a los supuestos casos de corrupción política, a los "eres" de Andalucía, Pérez Tapias ha sido muy claro, manifestando que había que haber asumido las responsabilidades políticas en su momento y se hubiera evitado el deterioro posterior. Sobre su opinión de las llamadas puertas giratorias de nuestros políticos, ha sido contundente. Cerrar las puertas giratorias, y en el caso de que un político sea imputado, se le debe apartar inmediatamente. Madina y Sánchez, en cambio, abogaban por que la separación se produjera cuando se abriera juicio oral.
En fin, el que menos se esperaba ha sido el claro vencedor del debate. Pérez Tapias ha resultado mucho más contundente. Mucho más crítico. Mucho más claro. Por eso ya se están produciendo las llamadas, las presiones, para que el representante de izquierda socialista no llegue a ganar. Peligra el actual aparato del pesoe, cómplice necesario de toda la corrupción que asquea a militantes, a españoles, y que está desplazando el voto a otras formaciones ya que en el propio sólo se espera más de lo mismo.
Lo dicho. El aparato del partido, donde Eduardo Madina se mueve como pez en el agua, ya han saltado las alarmas. Hay que silenciar, como sea, cueste lo que cueste, al andaluz Antonio Pérez Tapias. Lo que menos necesita el actual pesoe es un utópico, un honrado, un legal secretario general... Después de la dilatada experiencia del tramposo Pérez Rubalcaba, dejar que la secretaría general caiga en manos de alguien que no sea de la casta es un peligro. Pues eso, si hay que desprestigiarlo, pues se desprestigia. Como dice el refrán, calumnia que algo queda.