bondia.ad .- Narcos como Pablo Escobar y Sito Miñanco, etarras sanguinarios como ellos solos (La Tigresa, Bienzobas, Antxon y Etxeberría, que pierde literalmente la cabeza), la mafia marsellesa, el Nobel García Márquez y, en fin, nuestro exjefe de policía. Todos estos personajes desfilan por 'La red secreta', la última incursión andosina del autor de 'El andorrano'. Dice que la receta aplicada es un 30% de hechos documentados y un 70% de ficción.

Dispuesto a generar polémica de nuevo.
¿Por qué lo dices?

Porque nos hace desfilar a los criminales más contumazes de los años 80: etarras, narcotraficantes, mafia marsellesa...
Pues precisamente esta vez trato muy bien a Andorra. Es el único lugar donde los etarras no pudieron cobrar el impuesto revolucionario y de donde finalmente acabaron expulsándoles. Tiene mérito.

Insiste en que es una novela, que la mayor parte de lo que explica es ficción.
Como siempre.

El problema es que este método es algo equívoco y el lector acaba creyendo que lo que explica es cierto. ¿Problema del lector, o su problema?
A los personajes les pongo nombres reales para que el lector les ponga cara y ojos. Mira, yo he sido muchos años director de El Caso, y te aseguro que la realidad siempre es mucho peor de lo que puedas imaginar.

Pero es que lo que usted hace con la coartada que escribe ficción es achacar a gente real crímenes perpetrados por otros.
Lo que hago es mezclar hechos y personajes para dar verosimilitud al argumento. Insisto: la realidad siempre es mucho peor.

¿Qué porcentaje de hechos reales y de ficción hay en la novela?
Pongamos que un 30-70.

A 'La red secreta' le cortan la cabeza a un etarra y le dejan en una nevera portátil frente a la embajada española. ¡Licencia poética!?
Lo que he intentado, insisto, es dejar a Andorra como el héroe de la función, porque los etarras eran en mi opinión unos cobardes que mataban con un disparo en la nuca, y que cuando se topaban alguien que no quería pagarles el impuesto terminaban huyendo como lo que son: unos cobardes.

Pero, ¿de verdad que le cortaron la cabeza a un etarra? ¡En Andorra!?
El episodio es verídico. Obviamente, el trabajo lo hizo gente de fuera. La realidad es que en Andorra se instalaron un montón de etarras, que hicieron vida casi normal, y que la cosa sólo se les empezó a girar cuando se les ocurrió exigir el impuesto revolucionario a los empresarios locales.

¿La intervención de la mafia marsellesa está documentada?
Es una hipótesis muy plausible, en mi opinión. No puedo asegurarlo pero eran los únicos que podían hacer algo así. Y parece que lo hicieron gratis.

¿Cómo!?
Gratis, sí. Por amistad. Un favor entre socios. Aunque debe decirse que en la novela lo atribuyo a la Entidad, el servicio secreto vaticano, habituales de mis novelas.

¿Los tratos de los etarras con el narco también son ciertos?
Por supuesto. Coinciden en prisión del Puerto de Santa María en Cádiz con dos de las cabezas del cártel de Cali, Jorge Luis Ochoa Vásquez y Gilberto Rodríguez Orejuela. Les interesaba aprender cómo montar un coche bomba, y los etarras se lo podían enseñar.

Los etarras se lo cobran en droga, que llega a Galicia a través de la red de Sito Miñanco y que los etarras limpian y centrifugan en bancos locales. Pura ficción, ¿me imagino?
Esto es ficción. Cobraban en droga, eso sí. Otra cosa es dónde lavaban. A mí no me consta que estuviera en Andorra.

También enseña la patita Pablo Escobar. Cuando le matan y se les acaba el negocio, dice que los etarras comienzan a exigir el impuesto revolucionario.
Hombre, eso que le matan lo dices tú. Probablemente lo que mataron era uno de sus dobles. Es algo más que una sospecha.

Los etarras que dice establecerse en Andorra son los más sanguinarios: Bienzobas, Etxebeste, Antxon, La Tigresa. ¿Otra licencia?
El único de todos estos que sabemos que estuvo en Andorra es José Manuel Etxeberría, el etarra decapitado. De hecho, todavía hoy está desaparecido. Pero no te preocupes, que pondría la mano en el fuego que el cuerpo no está en Andorra.

¿Pretende devolver el buen nombre de Andorra con episodios tan negros?
Lo cierto es que a donde ETA iba la gente agachaba la cabeza y pagaba. Excepto en Andorra, donde alguien tuvo los pimientos de plantarles cara y salirse, porque los etarras se fueron cagados de miedo y nunca volvieron más. Me saco el sombrero. Yo he sufrido atentados, sé lo que es que te peguen un tiro, y por eso me da asco la cobardía de quien dispara por la espalda.

Es la quinta novela andorrana: ¿habrá más o ya ha exprimido lo suficiente el filón?
Tengo algo en el buche. Aprovecharé esta semana para que algún informante me cuente cosas de estas. Mira, la historia de los etarras, incluido el episodio de la cabeza, me la contaron en el Congreso de novela negra del otoño.

En la última edición de 'El andorrano' limpia por fin el nombre de Quim Baldrich. ¿Ha hecho lo mismo con algún otro de los personajes cuyo nombre real desfilan?
No, pero porque no me lo ha pedido nadie más. Si me lo dicen, lo hago sin problema. Al contrario, alguien me ha pedido firmar ejemplares del libro para su padrino, que sale. Suena increíble, pero es así.https://www-bondia-ad.translate.goog/cultura/joaquin-abad-sou-lunic-lloc-que-va-plantar-cara-als-etarres-van-marxar-cagats-de-por?_x_tr_sl=auto&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es