Todo para negar que la existencia de millones de viviendas sin ocupar, compradas sin recato por los que han lavado negras pesetas en euros constantes. Desde siempre es normal pagar con negro la compra de viviendas. Todo el mundo lo sabe, y parece que la autoridad monetaria también. Y al parecer no tiene intención de evitarlo para que los partidos políticos no se asfixien.

Si la calificación del suelo no fuera una fuente de financiación de ayuntamientos y partidos políticos, a lo mejor la vivienda tendría un coste normal, y no especulativo, como dice la autoridad monetaria internacional.

En cualquier caso, parece cínico que sean precisamente los simancas quienes no paren de echar en cara el precio de las viviendas cuando fueron ellos quienes inventaron la especulación, quienes tarifaron la corrupción y quienes se opusieron en el Tribunal Constitucional a la reforma de las leyes para evitar precisamente la especulación.

El cinismo de los políticos está llegando a los límites de creerse que aquí todos somos idiotas y no nos enteramos de lo que roban. No tanto como en Argentina y Venezuela, pero nos engañan, nos roban y les seguimos votando.

Si aquí hay burbuja inmobiliaria es porque la masa, los trabajadores, los que votan izquierda, así lo han querido. ¿Vale?