Dictadura kirchnerista
15/03/2012
martes 10 de junio de 2014, 12:58h
Es una pena, pero parece que los argentinos no tienen remedio. Cada década, mas o menos, ese país revienta desde sus entrañas y la pobreza se contagia por todos los rincones mientras los que se han estado enriqueciendo ponen las de Villa Diego y sacan a otros países los miles de millones de dólares robados con la complacencia del gobierno de turno.
Tras finalizar los dos mandatos constitucionales Ernesto Kirchner no tuvo mejor idea que promover a la presidencia a su esposa Cristina. Con el aparato gubernamental y la mejora económica vivida por ese país durante su mandato, no le fue difícil al presidente saliente seguir en el poder, teledirigiendo el país a través de su esposa... La inesperada muerte del expresidente pareció eclipsaría la reelección del segundo mandato de su esposa, pero estos argentinos todavía añoran a Evita Perón y parece que les mueve estar gobernados por una reina con actitudes y comportamientos bastante alejados de una persona equilibrada.
De hecho no reúne a sus ministros. Gobierna desde su residencia y se ha echado en manos de su hijo Máximo y sus amigos, que son los que verdaderamente hacen y deshacen en Argentina.
Parece que la viuda ha encontrado consuelo en los amigos de ese hijo que parece una mezcla de orangután y nuestro Farruquito. Una joya. Y sus amigos, que son los que en realidad deciden y reparten órdenes y amenazas, visten a lo Chicago, aunque sin sombrero, pero con discurso chulesco y matón.
Pobre Argentina, donde la fabricación de billetes no cesa para pagar mensualmente a los cuatro millones de llamados piqueteros su salario por no tener trabajo. La inflación real anual se aproxima al treinta por ciento por lo que los salarios no paran de recorrer subidas del 25 por ciento.
Las alarmas internacionales hace tiempo que saltaron y se espera que en cualquier momento otro cuasi corralito dispare el cambio dólar peso a su valor real y no ficticio. En realidad ya hay dos cambios del dólar, el oficial y el real.