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Cuatro muertos y una herencia de 28 millones de euros

Cuatro muertos y una herencia de 28 millones de euros

Elpais.com ( Jorge A. Rodríguez Madrid 16 JUN 2004 )

jueves 17 de septiembre de 2015, 08:54h
Almería vive pendiente de una crónica negra con todos los ingredientes del género: asesinatos, amantes, mafiosos, empresarios, ataques a la prensa, alguna connivencia oficial y una herencia de 28 millones de euros en cines, centros comerciales, bares y propiedades.
El dinero en metálico va aparte. La historia está marcada por Juan Asensio Rodríguez, un nombre que cuando se pronuncia en la ciudad casi siempre se hace en voz baja. Aunque lleve cuatro meses muerto. Los capítulos conocidos de esta novela, aún sin final pero que ya suma cuatro asesinatos (dos sin resolver), parecen salidos de la mano de Jim Thomson. De James Ellroy, mejor. Véase.

Juan José Asensio García mató el lunes de dos tiros en el centro de Almería a Antonio Bernabé Capel, un ex policía que había sido la sombra de su padre, Juan Asensio Rodríguez, un empresario de cines y centros comerciales. Éste había sido asesinado en la puerta de su casa el 7 de febrero último. Asensio padre fue acusado en 1985 de haber matado a tiros a su esposa, Ángeles García Dionis. No fue a la cárcel por esta muerte, pero sí por la de Christian Poulin, un ex mercenario que era su socio en negocios de prostitución. En la cárcel se hizo amigo de Mario Conde y cuando salió se asoció con Giuseppe D'Amico, a quien se ha relacionado con el clan Stabile de la Camorra napolitana.

"Mi padre me confesó que había matado a mi madre por mí y por mi hijo. Yo me quedé bloqueado". Hace dos meses, Juan José Asensio se desahogaba así en un despacho de abogados de Madrid. Su padre acababa de ser asesinado (dos tiros en la cara en la puerta de su casa) sin dejarle ni un duro de los 27.803.497 euros en que se cifraba su patrimonio el 11 de diciembre de 2002. En esta fecha el hijo había denunciado al padre por simulación de contratos, delitos societarios y delito fiscal.

Lo que alegaba el hijo era, básicamente, esto: "Mi madre se quería separar de mi padre y quería que se hiciera la separación de bienes. Había un montón de cosas: casas, cines, almacenes, fincas, varias sociedades... Puso todo a nombre de testaferros, incluso a nombre mío. Cuando hizo todo eso, mató a mi madre". El 1 de marzo de 1985, Ángeles García Dionis fue asesinada a la puerta de su casa, acribillada a balazos por la espalda, cuando bajaba la basura. El padre se convirtió en el único sospechoso.

Juan Asensio senior salió libre de este asunto, a pesar de que María Dolores Roda, la mujer con quien entonces mantenía una relación sentimental, había afirmado (así consta en la denuncia presentada por el hijo), que "había lavado al señor Asensio Rodríguez, ese mismo día [del crimen] la ropa manchada de sangre y había visto cómo tiraba al urinario unas balas". También quedó sin resolver el doble ametrallamiento del carnicero Ángel Martínez Amate, el hombre que se decía que había estado "noviando" con la asesinada.

Asensio padre siguió a lo suyo pero, el 30 de abril de 1992 era asesinado de tres tiros el ex mercenario belga Christian Poulin, recién salido de la cárcel por trata de blancas. Éste, pese a presumir de sus hazañas bélicas en África, tenía miedo a Juan Asensio y así se lo había comunicado por carta a Baltasar Garzón, ya entonces en la Audiencia Nacional pero que había sido juez de instrucción en Almería. Juan Asensio fue condenado a prisión y allí se hizo inseparable de Mario Conde.

Juan Asensio salió de prisión en 1999 y siguió construyendo su imperio de cines, centros comerciales, locales de ocio y propiedades de todo tipo. Los abogados de su hijo aseguran que en los años posteriores al asesinato de su esposa, las propiedades que supuestamente había despistado del régimen de gananciales mediante testaferros las fue recuperando por diversos métodos, de forma que sus hijos no vieran ni un duro. Éstos, según se dice en la denuncia, "se han visto privados de la mayor parte de la herencia de su madre, debido a que no se han incluido en ésta bienes que previamente fueron sustraídos de la sociedad de gananciales por el señor Asensio Rodríguez [el padre] que hoy figuran exclusivamente a su nombre o a nombre de testaferros".

El hijo citó como testigo en la denuncia contra su padre a Manuel Lillo Jiménez, el contable en las empresas de la familia. Lillo acababa de denunciar a su jefe por amenazas de muerte. En una de ellas, el propio Juan Asensio padre le apuntó con el dedo "como si fuese una pistola" y, según el texto de la denuncia, le dijo: "Esto es lo que te espera, te voy a matar".

El ex contable fue citado a declarar porque en la demanda por amenazas había asegurado que su jefe le había confesado durante un viaje a Granada "que había quitado del medio a su mujer para que no pillara nada de la herencia y que ahora no iban a venir sus hijos a llevársela, que se iban a llevar una mierda". El 27 de noviembre de 2003, Manuel Lillo fue tiroteado por unos desconocidos.

Para entonces, Juan Asensio padre tenía otra pareja, María José Nache, con quien compartía el fruto de sus negocios, mientras los hijos del primer y único matrimonio del empresario seguían pleiteando para obtener lo que legalmente creen que les pertenece. Antonio, hijo de María José, bajaba el lunes en un coche con el ex policía Antonio Bernabé Capel, conocido como el Chino. En la calle de Federico García Lorca se toparon con Juan José Asensio García. Hubo una discusión, una pelea y tres balazos. Murió el Chino, escapó Nache y Asensio hijo se entregó. Éste había dicho a EL PAÍS el 10 de febrero: "No, si yo los veo por Almería, mucho, pero un día no se sí... porque lo que es mío y de mi familia...". Son 28 millones de euros.
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