Ya lo demostraron trabajando para Rubalcaba en las elecciones que le dieron la victoria a Rodríguez Zapatero tras los atentados de 11-M. La semana pasada, mientras nuestro presidente se paseaba por las instituciones internacionales en USA, Rajoy hacía de las suyas. Vamos que conspiraba para que cientos de policías se infiltraran entre los indignados y la liaran para que aquello pareciera que se les iba de las manos al gobierno del pepé. Algunos de esos policías se descubrieron solos cuando las cámaras grababan lo de ¨que soy compañero¨, cuando los antidisturbios la emprendían con algunos violentos que lograban reducir.

Pero el efecto, la maquinación, fue perfecta. La portada de los periódicos americanos, los de Nueva York, la dedicaban no a Rajoy, sino a las manifestaciones con violencia frente al Congreso de Diputados, con enfrentamientos considerados graves que ahora ponen en peligro la permanencia de la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.

Parecen que no conocen las venganzas de Rubalcaba, que todo lo escucha, que todo lo sabe, que todo lo controla. Si, todo, sobre todo a la Policía...