Dijo que pediría cinco mil millones para enjugar el déficit y que no estaba dispuesto a dar nada a cambio. Y con la soflama separatista ya lo ha conseguido. Ahora toda la discusión se centra en como contrarrestar una iniciativa que a partir de la disolución del parlamento catalán, se inicia con la consigna de tener votos suficientes para liderar el secesionismo por parte de Arturo Mas.

Vienen tiempos muy complicados. Para los catalanes y para el resto de España. Para los catalanes porque Mas ha fracasado en frenar el déficit y no ingresa siquiera para pagar la abultada nómina a la vez que devolver lo que le prestaron y sus intereses.

Como por mis venas corre sangre catalana. Toda mi familia materna procede de la provincia de Gerona y de pequeño en mi casa se hablaba catalán, puedo decir que mucho me extraña que estén tan convencidos de que como estado independiente las cosas mejorarán. Más bien creo que los que piensan eso son los políticos profesionales, que quieren mayor status que siendo región española, que no el catalán de toda la vida...

Cataluña está plagada de murcianos, andaluces, castellanos que marcharon, emigraron y ahora son segunda y tercera generación. Me temo que como en el País Vasco, los más radicales son precisamente los llamados charnegos. Con la inversión lingüística y una historia inventada por separatistas las nuevas generaciones han crecido con un rencor hacia el estado español que no se corresponde con la realidad.

Parte de la culpa de todo esto la tienen, como siempre, unos políticos entreguistas que han utilizado a la población para mantener sus prebendas, sus sueldos, sus coches oficiales, y status que ahora corre peligro. A lo que no están dispuestos a renunciar, antes quiebran el estado del bienestar. Faltaría más.