De parados sin derecho a nada, de trabajadores de 42 horas semanales, a los que hacienda les birla el treinta por ciento de lo que ganan, más del 21 por el iva, mientras los que mandan, los políticos, unos privilegiados, o los empresarios que dictan las leyes, apenas cotizan un 4 por ciento de sus abultadas ganancias. Y claro, esas ganancias después de haber puesto a nombre de la empresa coches, chóferes, avionetas, chalet, viajes al extranjero en primera... Porque tenemos a una clase política, una auténtica casta de ciudadanos privilegiados, como está ahora de moda llamarlo, que en los diferentes parlamentos se ponen el sueldo y se asignan privilegios mientras el país se desangra en mil y un casos de corrupción. Porque mientras los mil euristas acuden todos los días a su puesto de trabajo, los de la casta no necesitan ni despacho para que la Endesa de turno, o Gas Natural, le pague el sueldo millonario al político que ha fichado para que le asesore... No me extraña que Felipe González, aquel que llegó al gobierno en el 28-O del ochenta y dos en coche utilitario, diga que le aburre ser consejero de Gas Natural, de Fenosa, donde le pagan todos los meses por no hacer nada... O al ex ministro de economía Pedro Solbes, uno de los responsables del desaguisado en época del iluminado Zapatero, cobrando sin trabajar como consejero de la eléctrica Enel... O la pija socialista Elena Salgado, de la que sus chóferes se quejaban cuando era ministra porque les enviaba a por sus jovencitos a altas horas de la noche... Ahora estos del pepé, que han traicionado a su masa de votantes de toda la vida, están de los nervios porque ven el final del bipartidismo y tras las siguientes elecciones miles de sus políticos se van a quedar sin pisar moqueta. Y eso generará toda una guerra sangrienta entre los que dejan el coche oficial y quienes lo conservan... habrá puñaladas, como las que ya empiezan a conocerse tras el cacharrazo de los socialistas comandados por Alfredo el químico y su escudera preferida, la antipática Elena Valenciano, que durante su mandato en el Parlamento Europeo gozará de salario de lujo sin trabajar apenas 6 horas a la semana. ¿O es que creen que la socialista ha optado al cargo para trabajar? El Parlamento Europeo es un auténtico cementerio de elefantes moribundos. Lugar donde se destinan a los políticos cuyo momento ya terminó, pero que había que premiar con un lugar bajo el sol. ¿Está claro?