Responderle a un tonto no es empresa fácil. Siempre puede ocurrir que el sujeto en cuestión no se entere del mensaje que se le pretende transmitir. Un tonto, al fin y al cabo, hace uso de su condición tontuna sin que él mismo sea consciente de que es tonto. El caso que nos ocupa es el del periodista nacido en Almería, (ya lo podían haber parido en territorio menos noble), y conocido en los medios por Joaquínabad Esta lumbrera se despacha contra los canarios en un artículo titulado “Caciques canarios” y en los que demuestra primero sus pésimas cualidades como redactor y segundo unos escasísimos conocimientos de la realidad canaria; la de antes y la de ahora. Vamos, un verdadero tonto. Enfadado y posiblemente ensobrado por algún “caciquillo” del terruño, el tontoabadmuestra su sentido enfado porque los canarios estamos plantando batalla al Gobierno español y a una multinacional petrolera que se han empeñado en ubicarnos plataformas en las cercanías de nuestras costas. Y eso le molesta al tontoabad Y como tonto del barril tira de tópicos coloniales diciendo que los que por aquí vivimos tenemos un gen que nos debe hacer gandules y propicios a dar cabezazos traicioneros, amen de ser víctimas de los mandatos de unos caciques que manipulan a su antojo, por lo visto, a nada menos que dos millones de canarios. Lo que seguro que sabe pero no lo escribe, es que los canarios a través de sus instituciones, todas absolutamente todas, están en contra de las prospecciones en nuestras costas. No tenemos ningún interés en que una empresa privada se enriquezca destrozándonos nuestro mar y el futuro de las próximas generaciones de los que decidan vivir por aquí, incluido gente de Almería que alguno se vendrá. Lo que pretende hacer el Gobierno español y REPSOL con Canarias es, posiblemente, el mayor atentado ambiental de los que se hayan hecho en todo el Estado. Una aberración disparatada avalada por reconocidos científicos no sólo de Canarias incluso andaluces, más espabilados que el tontoabady desde luego más honestos y sensatos. Aquí, Joaquínabad a los más tontos los hacemos ministros de España. Es una lástima que no podamos contar con el concurso de Benito Pérez Galdós, un gandul canario como diríaabad que supo retratar inmejorablemente el ambiente corrupto y caciquil de la España de otro tiempo, quizás ahora nos podría dibujar, con su genial dominio del castellano, a un cretino nacido en Almería que se merece un pescozón que le haga más llevadera su estupidez congénita.