Y es que este Rodriguez Zapatero se la coló hasta al propio Ibarreche. Quería la foto con todos, absolutamente todos, los presidentes autonómicos y se hizo su foto.

La que se nos viene encima, y nosotros con gestos… Ya nos dicen los expertos en temas económicos que vayamos olvidando la época de llenar el depósito de combustible por sesenta euros.

Quienes conocen al inquilino de la Puerta del Sol, nuestro flamante alcalde, dentro de poco inquilino del palacio de Correos en la Plaza de la Cibeles –la Puerta del Sol no le parece demasiado vistosa para ser su sede-, saben que tiene mal perder.

Fraga inventó el partido de la derecha, la antigua Alianza Popular, luego PP, y don Manuel Fraga, brillante ex ministro de Información y Turismo con la España del desarrollo, acabará.

Ahora que los periódicos “on-line”, los confidenciales, y todos los que se leen por Internet han sido definitivamente discriminados de la tarta publicitaria institucional, empiezan a rasgarse las vestiduras muchos de las empresas que editan dichos medios.

Ha tenido que ser precisamente Enrique Múgica, uno de los primeros compañeros de cama de Isidoro, de Felipe González, quien haya clamado contra la llamada telebasura.

No les voy a hablar, hoy, lectores, de la comisión del 11-M, mejor que no, ni de quien pudo organizar, como cerebro, el mayor golpe terrorista de la Europa de este siglo, y quizá de la del pasado, si excluimos las consecuencias del atentado en Las Palmas del llamado MPAIAC, de Antonio Cubillo, que como recordarán provocó el desvío masivo de los aviones que debían aterrizar en el aeropuerto de Gando a Los Rodeos…

La pasada semana coincidí con otro ilustre periodista, que también firma en esta web, en el mismo restaurante de la capital almeriense.

Nunca he estado en Guinea Ecuatorial. La antigua colonia española donde aún se habla el español, a pesar de la tirria que parece nos tiene sus gobernantes.

En la Edad Media, las llamadas guerras santas llenaban de cadáveres las ciudades por donde pasaban las tropas con el crucifijo al frente. Ahora, mil quinientos años después vuelven las guerras santas, esta vez con la foto del imán de turno en lugar del crucifijo.

Desconozco si la debilidad del actual presidente de Estados Unidos, George Bush, le permitirá encargar a la CIA que organice algún modo de cambiar la situación de Venezuela, donde Hugo Chávez ha conseguido ganar en el refrendo.

A caso pensaban estos del pepé que se iban a marchar de rositas. Que les iba a permitir el rey moro, el traficante de hachís, Mohamed IV, que la humillación sufrida con Perejil que quedara sin respuesta…

La derecha siempre ha presumido de sus calaveras. No en cuanto a cadáveres, sino en cuanto a machos ibéricos a los que les gustaban más unas faldas que a un tonto un lápiz.

Verán como Pascual Maragall, no se aproximará a Ibarreche, en lo de pedir la independencia de Cataluña respecto al estado español.

En muchas sociedades tribales son los ancianos quienes deciden, aconsejan y moderan en los conflictos locales.